Un importante funcionario de carrera de la Administración Federal de Ingresos Públicos explicó a Noticias Argentinas acerca de los fuertes rumores de renuncia de la abogada tributaria Florencia Misrahi a la titularidad del organismo recaudador. 

“Usualmente, en las disposiciones en AFIP, siempre que hay cambios, históricamente, salen el viernes a las 6 de la tarde. No me preguntes por qué, pero salen el viernes a las 6 de la tarde. Ahora, obviamente, la jefa debe estar tratando de aguantar, las presiones del PRO sobre el gobierno de Milei”, destacaron.

Es un secreto a voces que el ex presidente Mauricio Macri siempre estuvo interesado en avanzar con el control de la Unidad de Información Financiera (UIF) y de la AFIP, que tiene bajo su órbita a la Aduana, cuya titular, la funcionaria de carrera, Rosana Lodovico, recomendada por el ex titular del organismo durante la gestión de Sergio Massa en economía, Guillermo Michel, se encuentra bajo presión política y judicial por un aparente préstamo de una empresa acusada de contrabando.

En ese contexto de intrigas palaciegas por quedarse con el control de una de las oficinas más relevante del Estado Nacional, todo el miércoles 8 de mayo fue un hervidero de declaraciones cruzadas acerca de la continuidad de Misrahi al frente de la AFIP.

Las versiones encontradas y los fuertes rumores de renuncia de la recaudadora comenzaron al mediodía con la visita de Federico Sturzenegger a las oficinas de la dirección de la AFIP y los previos encuentros de Leandro Cuccioli, que fue el titular del organismo durante el último año de la gestión de Cambiemos, que viene de renunciar a su puesto laboral en el exterior para trabajar en la Argentina. Para muchos funcionarios con experiencia, es cuestión de horas para que Cuccioli se asiente en la AFIP donde ya nombró gente de su confianza.

Según trascendió, uno de los responsables de RRHH del organismo, Facundo Rocha, ex ejecutivo de la aerolínea LAN, fue nombrado el 17 de abril pasado pro Misrahi. Rocha había ocupado el mismo puesto, trascendental, durante la administración de Leandro Cuccioli en el año 2018.

Los rumores de cambios importantes en la Aduana se intensificaron cuando Misrahi recibió en su despacho a Diego Dávila, ex titular del organismo, también, bajo la gestión de Macri-Cuccioli, incrementando los rumores de un posible paso al costado de la cuestionada massista, Rosana Lodovico.

Para muchos analistas y despachantes de Aduana, inclusive aquellos con responsabilidad gremial, la denuncia realizada por la diputada, Marcela Campagnoli, contra Lodovico, luego que trascendió periodísticamente que en 2022 tomó un préstamo junto a su ex marido, Luis Antonio Bocassi, por 250.000 dólares con la firma Promarlon S.A., firma implicada en supuestas prácticas de contrabando, en el ámbito aduanero, es parte de una operación para correr a la gente de Michel de un organismo en el que Mauricio Macri querría tener gente de extrema confianza.

En Casa Rosada, por su parte, asesores del presidente, aseguraron a NA que “…los recursos humanos actuales con los que contamos torna a Lodovico como una funcionaria casi irremplazable por su nivel de conocimiento de las prácticas aduaneras y su historia personal, de larga trayectoria, en el organismo”.

Sin embargo, las “visitas” y el interés de Dávila y Cuccioli, sumado a la incorporación de Rocha, son todos indicadores de cambios de mando que vienen asomando en el horizonte cercano.

Un dato más que sale desde “la familia de la AFIP”, Misrahi había designado a la abogada Renata María Isabel Casacardo, una funcionaria de su confianza, en la Subdirección General de Coordinación Técnico Institucional, un puesto destacado en el organismo recaudador. El 17 de abril, mismo día de la incorporación de Facundo Rocha, Cascardo fue trasladada a la Subdirección General de Servicios al Contribuyente, otra área relevante en el organigrama pero sin la importancia del anterior puesto que para muchos, en la práctica, se trata de la número dos en importancia dentro de la AFIP. Su reemplazo es Paola Cuppari, una funcionaria de años en el organismo que provenía de la estructura de la DGI". 

Para las fuentes consultadas con muchos años de trayectoria recaudando impuestos, “se trató de una manera elegante de proteger a Cascardo ante los cambios inminentes que podrían suscitarse.